Después de cuatro temporadas en la cima de NWSL llegan las malas dinámicas a un irreconocible North Carolina Courage
Como el niño que ha vivido siempre entre algodones, North Carolina Courage había vivido sus primeros años como franquicia siendo la cabeza de la NWSL, tricampeona en sus tres primeras temporadas. El curso anterior entró en play-off pero no logró repetir triunfo.
La debacle definitiva se ha confirmado en el vigente 2022 con North Carolina cayendo por primera vez en su historia en fase regular y quedando fuera de unos play-off que habían sido su hábitat natural años atrás.
North Carolina conoce de primera mano el hecho de triunfar y en esta ocasión de forma precoz. En 2017, su temporada como debutante terminó siendo campeón de temporada, ese mismo año fue subcampeón de Play-off cayendo ante Portland Thorns.
Las dos temporadas siguientes tuvieron un guión muy similar pero con una gloria que fue a más. En 2018 las carolinenses realizaron la cifra récord de puntos en una temporada regular de fútbol femenino estadounidense, 57 unidades y siendo campeonas de play-off. En 2019 se logró revalidar el título de NWSL Shield y Play-off.
Después de esas temporadas iniciales con 3 títulos de temporada regular y dos de Liga, la pandemia marcó un antes y un después en North Carolina. ¿Dónde ha quedado el gen ganador?, ¿Cuánto tiempo más habrá que vivir del recuerdo de aquella mítica final con victoria 4-0 ante Chicago Red Stars?
A principios de este 2022 las de Sean Nahas sumaron a las vitrinas el único título que tenían pendiente, la Challenge Cup. Por un momento Kerolin Nicoli hizo olvidar a las Jessica McDonald y Lynn Williams pero no fue más allá de una Challenge Cup que terminó en victoria y sirve para contrastar una temporada regular donde el equipo ha quedado fuera de los propios playoffs.
Un equipo que ha estado lejos de mostrarse como un colectivo invencible pero que ha mostrado en el escaparate varias futbolistas de primer nivel. Empezando por la internacional estadounidense en portería, Casey Murphy. Un equipo que difícilmente se entiende sin la jerarquía de Abby Erceg en el centro de la zaga y el equilibrio de Denise O’Sullivan en la sala de máquinas.
Pero sí tres nombres han generado el ‘síndrome de stendhal’ entre la afición de North Carolina estos son sin duda Diana Ordoñez alcanzando la mayor cifra goleadora de una ‘rookie’ en NWSL, Carson Pickett, la lateral con mayor proyección ofensiva de la NWSL y una Debinha que no entiende del paso de los años ni mucho menos de los cambios generacionales, solamente de calidad y buen fútbol.
Una temporada de altibajos
Para existir una decepción final primero deben generarse unas expectativas previas y en esa faceta North Carolina superó con autoridad al resto. Empezaron invictas en los seis primeros partidos del 2022, todos ellos de Challenge Cup, para terminar ganando a Washington Spirit en la final que venía como vigente campeón de la temporada regular.
El aperitivo de la Challenge Cup hizo pensar que el equipo se disponía a regresar a esa versión atronadora que tantos méritos brindaron a finales de la década anterior. En liga la victoria no llegó hasta la quinta jornada donde tumbaron con convicción a Racing Louisville por 0-3. Las carolinenses volverían a sumar de tres en su próximo encuentro pero no lograron mantener la dinámica lo suficiente como para maquillar el desastre del arranque de temporada regular.
Tras las primeras victorias las alegrías volvían a ser parte secundaria de un equipo que mantuvo una dinámica de seis partidos sin ganar. En las 10 últimas jornadas llegaron por fin las sonrisas y de forma prolongada aunque no fue suficiente como para terminar logrando el objetivo de clasificar a play-off.
7 victorias en los 10 últimos encuentros. En esos 10 encuentros fueron capaces de ganar a Portland Thorns, incluso endosar un 5-1 a Racing Louisville, quedando invictas también ante San Diego Wave. Un balance de 23 goles a favor y solamente 6 en contra. Muy diferente hubiera sido el resultado final en la clasificación sí la liga hubiera llegado a alargarse unas cuantas jornadas.
Cuesta encontrar una explicación lógica a los altibajos de las pupilas de Sean Nahas pero sí es sencillo encontrar un nombre cuyas ausencias por lesión coinciden con los peores resultados del equipo durante la temporada, la brasileña Kerolin Nicoli. A pesar de las lesiones se ha convertido en la mejor asociación para Debinha a la hora de generar peligro a sus rivales.
Debinha, la magia hecha eternidad
Los años han pasado, han quedado atrás nombres como Jessica McDonald o Lynn Williams que llevaron al éxito a North Carolina Courage. Respecto a aquellos nombres solamente se mantiene el de Debinha y lo hace con garantías de ser la pieza angular de la plantilla. A nivel táctico todo el juego pasa por ella, a nivel técnico la calidad y el fútbol vistoso llevan su nombre.
Esta temporada está nominada entre las mejores jugadoras de la NWSL y apunta a ser indiscutible en el mejor XI de la temporada. El tramo final de curso en Carolina no se entiende sin su desempeño, desde el centro del campo o directamente en la zona de tres cuartos.
Arrancó su carrera en el fútbol noruego pero en 2017 ya fue reclutada por un equipo que debutaba en la élite, siendo en este una total desconocida. Acabó el curso siendo uno de los nombres propios de North Carolina y por ende de la misma NWSL.
Esta campaña ha alcanzado su máxima cifra goleadora en los Estados Unidos con 12 goles en 18 partidos, disputando 1.580 minutos, una cifra de minutaje menor a las de 2021, 2019 y 2018 pero nada es igual a nivel goleador.
Las otras estrellas de North Carolina
Casey Murphy– Todo un seguro de vida que ha llevado a Vlatko Andonovski a fijar sus objetivos sobre ella de cara a futuras convocatorias. Solamente las propias convocatorias con la selección estadounidense le han hecho perderse partidos de liga. Aunque North Carolina ha convertido su juego en una idea más asociativa, se mantienen muchos partidos de ida y vuelta donde toca ver a Murphy con “capa y escudo”.
Carson Pickett– Recién llegada de Orlando Pride acumula ya dos temporadas en un North Carolina que le ha llevado a debutar con la absoluta de Estados Unidos tal y como ha sucedido con la ya nombrada, Casey Murphy. En esta ocasión hablamos de una lateral dominadora de todo el carril exterior para convertirse en la mejor servidora de centros al área.
Diana Ordoñez– Salir del Draft y convertirse en titular indiscutible no es siempre sencillo, en el caso de la mexicana Diana Ordoñez hablamos de una ‘rookie’ que ha logrado sus méritos empezando la temporada incluso desde las desconvocatorias. Solamente la efectividad y el trabajo la han llevado a unas cifras de 11 goles en 19 partidos sin dejar otra opción a Sean Nahas que alinearla como titular indiscutible.
Denise O’Sullivan– El equilibrio de la balanza en el centro del campo, encargada de dar sentido al juego, a su creación y a la destrucción de este mismo cuando hablamos del rival. Venida de más a menos ha aguantado al equipo en los peores momentos y ejercido un rol secundario en las mejores coyunturas también condicionado por su rol en el equipo.
Abby Erceg– Aportando carácter y jerarquía al centro de la zaga. En un equipo donde todas las miradas van a la zona ofensiva, Abby Erceg se encarga de dar sentido común a la línea defensiva, habitualmente acompañada por Kaleigh Kurtz. Con este ya son 6 años en el club y 8 en la NWSL, ha vivido ligada a la franquicia desde que todavía era propiedad de Western New York Flash en 2016.
North Carolina y la crisis de la Costa Este
Como séptimo clasificado y fuera del play-off North Carolina es el máximo exponente de la Costa Este en la temporada regular de la NWSL. Los tres últimos clasificados de la NWSL esta actual temporada son equipos de la propia Conferencia Este, Gotham, Washington Spirit y Orlando Pride ordenados de menos a más.
La problemática de la Costa Este no pasa por una inversión menor a nivel de plantilla sí por una inversión mucho menor a nivel social. La media de aficionados en la Costa Este es de 4.733, años luz de la media de 11.000 espectadores de la Costa Oeste. La llegada de dos equipos a la otra punta del país como son Angel City y San Diego Wave no han hecho ningún favor a los clubes del Este.
Todas las miradas se han focalizado en el Pacífico y en la llegada de Alex Morgan, Christen Press o las mismas Jill Ellis o Casey Stoney. Sí nos trasladamos a Gotham FC y Washington Spirit, ambos han jugado esta temporada partidos de local en tres estadios distintos, un factor que poco fomenta el sentimiento local y que ayuda a ver unos datos de asistencia tan pobres como igualitarios entre todos los equipos de la Costa Este.
Por su parte North Carolina disputa sus partidos en el WakeMade Soccer con capacidad para 6.000 espectadores, el feudo más pequeño de la competición. Una media de 4.366 espectadores por partido.
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