North Carolina y un cambio que empieza por Lynn Williams

North Carolina Courage ha bajado su nivel en la NWSL, esta temporada la ha cerrado salvando un play-off a última hora pero dejando mucho que desear


Hace algo más de un año el nombre de North Carolina Courage se relacionaba de forma directa con el gigante del fútbol femeino. El líder, el presidente de Estados Unidos que competía a la velocidad del Air Force 1. No obstante todo tiene un final y parece que el de la hegemonía de North Carolina ha llegado ya desde hace tiempo. Por tanto ¿cómo tocará cambiar la dinámica para volver a lo alto?

El caso de North Carolina se identifica con un éxito inmediato. Un éxito al nivel de las inversiones económicas que vemos hoy en día en el deporte. En 2017 Carolina del Norte recibía la franquicia de NWSL procedente del ya extinto Western New York Flash. En su primera temporada se quedó a las puertas de levantar el título, tras ser líder en la fase clasificatoria terminó cayendo en la final ante Portland Thorns, el otro gigante de la época.

La suerte fue inmejorable en 2018 y 2019 porque el equipo no solamente logró ser líder de la fase clasificatoria sino que terminó obteniendo el campeonato en ambas ocasiones con una enorme superioridad sobre sus rivales. Y realmente el equipo por aquel entonces dirigido por Paul Riley se encabezaba como favorito para repetir gesta la temporada siguiente pero se interpuso una pandemia que ni siquiera el mismo gigante del ‘women’ s soccer’ pudo lidiar con ella. 

A partir de aquí ya sabemos cómo acabó todo. Se disputó una Challenge Cup sin público después de más de un año sin fútbol y el nivel de North Carolina fue de lo más irregular. Un nivel que fue a menos cuando llegamos al presente 2021,  llegando a encadenar una sola victoria en los últimos diez partidos de NWSL. 

Aún manteniendo sus estrellas respecto a su época dorada como Debinha, Jessica McDonald, Sam Mewis o incluso incorporando a otras como Amy Rodríguez o Carson Pickett. Vuelve a quedar muy claro que cuando ya has tocado la gloria y tienes la sensación de no tener a nadie por encima, la relajación y por tanto la decepción son lo siguiente. Como ya hemos visto con todos los grandes equipos/generaciones de la historia del fútbol, la doble cara del éxito es lo más difícil de combatir.

Esta temporada hemos visto totalmente desaparecida a la número diez de North Carolina, una Debinha que ha pasado de ser la mejor jugadora de la liga a ser una más. Pocas cosas tienen en común Brasil y Carolina del Norte pero cuando la brasileña de North Carolina Courage no rinde, el equipo y su juego es decadente de forma continua. Algo similar sucede con una Jessica McDonald y una Lynn Williams que parecen haber olvidado eso del desborde y la verticalidad.

En defensa las sensaciones no llegan a ser tan negativas como en el ataque, también que las expectativas que generaban las jugadoras de peligro del equipo en su momento, eran tan altas que la caída ha sido mucho más dolorosa. Aunque es cierto que la zaga ha estado bien guardada con nombres como Carson Picket como Abby Erceg.

Por otro lado hemos tenido otras jugadoras las cuales apenas han visto protagonismo. Nombres como Lindsey Agnew, Lordemann o Peiton Perea han tenido un protagonismo mínimo y apuntaban a mucho más. Para que seamos conscientes del nivel que realmente tiene la plantilla, solamente hay que mirar la clasificación porque muchos o directamente todos los equipos de la NWSL firmarían entrar en play-off en la que ha sido la peor temporada de su historia.

Paul Riley, de la gloria al ostracismo 

Paul Riley es sin duda el técnico con más historia de North Carolina Courage, en esa historia encontramos los dos últimos títulos ya nombrados. No obstante, toda esa historia quedó en nada cuando se hizo pública la verdad que escondía el entrenador. En su anterior etapa como entrenador de Portland Thorns había llevado a término abusos sexuales sobre Sinead Farrelly y Mana Shim. 

Un caso que salió a la luz hace algo más de dos meses gracias a un artículo de ‘The Athletic’ en el que desmantelaba toda la verdad. Automáticamente Riley fue despedido, siguieron sus pasos también varios entrenadores de la liga y la comisionada de esta, una Lisa Baird que había estado ocultando esta situación desde hacía tiempo.

Esto dejaba a mitad de temporada al equipo sin entrenador y con las jugadoras bastante tocadas a nivel anímico. Después del escándalo acabaron perdiendo la plaza de play-off directo, hasta acabar cayendo en los cuartos de final ante el que terminó como campeón, Washington Spirit, siendo esta la primera eliminatoria que perdían en una temporada oficial de NWSL

Sean Nahas la nueva cabeza del proyecto

No es sencillo recomponer un vestuario que llega después de tantos años en la gloria y de repente perder el nivel y dejar de luchar por títulos. Pero si a esto le añadimos todo lo que arrastra North Carolina Courage tras la salida de Paul Riley, mayor es la tarea de levantar el equipo para Sean Nahas, el nuevo técnico del equipo.

Nahas fue anunciado como entrenador del primer equipo tras el inminente despido de Riley y el club ha confirmado ya que será él quien esté al frente del equipo de cara al próximo curso. Un entrenador que conoce bien a las jugadoras y la filosofía que tienen en el club. Desde que la franquicia de la NWSL aterrizará en North Carolina en 2017, Sean ha estado involucrado en el primer equipo. 

Esto significa que ha llegado el momento de dar el paso al frente. El momento de volver a tocar la gloria y con alguien que ya lo ha hecho pero que lo quiere hacer ahora como primer entrenador, como la principal cabeza visible del equipo. Todo un reto en el que es importante tener en cuenta que la plantilla ha perdido otras jugadoras como Cari Roccaro, Angharad James pero ha obtenido la protección total del cara al Draft de Expansión, jugada maestra.

Tras varios años en las categorías inferiores del club y con experiencia en otras entidades importantes como Houston Dynamo. Debemos tener en cuenta su carrera como futbolista que fue corta pero tuvo un giro inesperado que lo acabó llevando hasta Estados Unidos y por ende llevándolo 15 años más tarde hasta North Carolina Courage. Empezó con tres temporadas sin pena ni gloria en el Bradford City y cuando salió de este puso rumbo al fútbol universitario estadounidense, donde una lesión lo envió a los banquillos.

Lynn Williams, la primera baja del cambio de era

Lynn Williams es sin duda una jugadora de mucho peso en North Carolina Courage, al igual que muchos de los nombres mencionados anteriormente, ha sido pieza fundamental en la época dorada del club. En esta ocasión como delantera estrella y formando una de las duplas más eléctricas y letales que se recuerdan junto a Jessica McDonald.


Su nivel esta última temporada ha estado muy lejos de la versión que le llevó a ser de las mejores jugadoras de la liga. Es por ello que ha decidido probar suerte en el extranjero y ha puesto rumbo al campeón de la liga australiana, el Melbourne Victory. Por muy lejos que estuviera de su nivel eso no quita que tenga calidad de sobra para competir en la liga que le apetezca aunque parece que tocará tener un ojo en Australia para seguir a la ya ex estrella carolinense.

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