El fútbol es siempre un enigma y la NWSL no es menos, Western New York Flash lo demostró con contundencia en 2016
“Del subcampeón no se acuerda nadie”- Esa frase de Luis Aragonés parecían tenerla muy bien interiorizadas las jugadoras de Western New York Flash en 2016, una de las temporadas más extrañas de la historia de la NWSL, no solamente por el desarrollo de esta, sino por lo que vino después y lo que sucedió antes.
En 2016, Western New York Flash cerró la temporada regular como cuarto clasificado y entrando a play-off por la mínima con no más de 11 victorias en todo el curso pero siendo campeón del propio play-off. ¿Cómo ese mismo equipo pasó de ser ‘mediocre’ a campeón?
El transcurso de Western New York Flash por la NWSL fue corto pero extraño, un club que se mantuvo activo no más de 9 años, entre los cuales las cuatro primeras temporadas de NWSL. Posteriormente terminaron por mudar la franquicia a Carolina del Norte para dar pasó a uno de los clubes más poderosos de la actualidad, North Carolina Courage.

Antes de llegar a 2016, año de la desaparición y el éxito del club, nos ubicamos en 2008 para entender la fundación de este mismo. Antes de llegar a la NWSL vimos a Western New York Flash ser subcampeonas de la W-League en 2009 y campeonas de esta misma en 2010 para repetir título al año siguiente en 2011 en esta ocasión de la WPS. En tres temporadas de existencia, tres títulos ligueros.
Como no podía ser de otro modo Western New York Flash llegó a la NWSL pisando muy fuerte. En el primer curso de la liga, 2013, el equipo terminó por quedar como primer clasificado de la temporada regular. No obstante, se quedó a las puertas del anillo cayendo en la final del play-off contra Portland Thorns. Aunque tres años más tarde el fútbol terminó devolviendo a New York el título que merecía.
En las temporadas de 2014 y 2015 el equipo se vió afectado por la resaca negativa de la gloria en sus años anteriores y terminó por consumar dos cursos consecutivos en la penúltima posición en la tabla dejando las posibilidades de play-off cada vez más lejos. Todo cambió en cierta medida al año siguiente.
El equipo fue campeón de play-off en 2016 tras entrar de forma impensable entre los cuatro primeros y superando en semifinales a un Portland Thorns que venía como campeón de la temporada regular y en la final a Washington Spirit que venía como subcampeón de esta misma. Para ubicarnos en la epopeya de las neoyorquinas, cabe tener en cuenta que hablamos del segundo equipo con más goles en contra de toda la competición pero que terminó levantando el título y llevándose la placa de campeón, ¿ahora quién se acuerda del resto?
Existen hechos que rozan la locura que solamente tienen cabida en ligas como la NWSL donde hasta el último día el cuarto clasificado puede llevarse el título y la temporada 2016 fue un claro ejemplo con Western New York Flash por bandera.
Empezó torcido pero no terminó igual
Western New York Flash llegaba a 2016 tras dos temporadas nefastas sobre el verde pero con unas sensaciones mucho peores a nivel institucional, una realidad que asustaba. Antes de empezar la temporada durante la ‘offseason’ era objeto de risas y mofas por parte de las otras aficiones debido a la mala gestión. Vimos las salidas de sus estrellas, Sydeny Leroux y Whitney Engen pero sin llegar ninguna futbolista destacable a cambio.
Sí a una plantilla que desde fuera se veía mediocre (luego terminó cambiando todo) le sumamos el contratiempo de llegar al Draft Universitario sin entrenador, más preocupante era la situación en Nueva Jersey. Llegar a un Draft sin entrenador es como ‘llegar al área y no chutar”, es un sinsentido. Al fin de cuentas es el entrenador quien diseña la plantilla a su gusto y quien ajusta que jugadoras le convienen en el Draft. Finalmente fue Paul Riley quien se sentó en el banquillo de Western New York Flash.
A principios de esa misma temporada 2016, el club fue investigado por modificar los resultados de los datos de asistencia en referencia a la gente que realmente entraba al estadio. Desorganización, engaños de cara a la liga y un club que en referencia a la situación extradeportiva se pintaba como el antagonista para levantar el título a final de curso.
Las estrellas de Western New York Flash en 2016
Las neoyorquinas guardaban más de un ‘as’ bajo la manga, por lo menos dentro del campo. Sam Mewis y Jaelene Hinkle formaban parte del equipo en su segundo curso como profesionales y en el que terminaron por explotar de forma definitiva entrando en convocatorias del USWNT. En portería Sabrina D’Angelo y Britt Eckerstrom pusieron la primera gran piedra de unas carreras que terminaron por ser de lo más exitosas.
A nivel mediático la NWSL siempre impone la presión a cada club de no quedarse sin un gran nombre fuera de su plantilla y la ‘new yorkers’ no se quedaron atrás en esta ocasión. Jessica McDonald figuraba como la principal estrella del equipo, una jugadora que ya tenía experiencia en el Mundial de 2015 con Estados Unidos y con bastante éxito. Ese mismo curso McDonald terminó por anotar 10 goles.
Lejos de lo que se pintaba como una buena actuación en el Draft Universitario, el conjunto Flash, terminó por aparecer en la ronda número 11 con el nombre de Makenzy Doniak procedente de la Universidad de Virginia. En la NWSL Donaik retrasó su juego hasta el centro del campo pero siendo uno de los nombres de mayor mérito para el equipo con 20 partidos disputados a la espalda.
Lynn Williams terminó por ser la máxima goleadora del equipo con 1670 minutos a la espalda y 11 goles anotados en comparación a los 40 del propio equipo. Alanna Kennedy y Abby Erceg fueron las centrales de confianza para Paul Riley.

Por su parte Taylor Smith nos dejó una temporada de lo más curiosa con 18 partidos disputados pero solamente 2 como titular. Elizabeth Eddy fue la jugadora con mayor número de partidos, un total de 20 y todos ellos como titular.
Paul Riley, una carrera paralela pero destinada a Western New York Flash
Al igual que Western New York Flash, Paul Riley procedía de una temporada anterior de lo más complicada. Las neoyorquinas fueron penúltimas en el curso anterior (2015), mientras que Paul Riley terminó ese mismo 2015 fuera del play-off con Portland Thorns, lo que desde el club se consideró un fracaso y el técnico terminó siendo cesado.
Después de dos temporadas para el olvido, en 2016 Western New York Flash y Paul Riley terminaron por unir sus caminos dejándonos un curso de lo más exitoso.
Pero sí Riley y New yorkers coincidieron en las malas dinámicas también lo hicieron en las buenas porque ambos bandos se encontraron en la final de la Women’s Professional League en 2011 cuando Riley era entrenador de Philadelphia Union y terminó por verse superado por el conjunto Flash en los penaltis. Como se dice, “Sí no puedes con tu enemigo únete a él”. Cinco años más tarde ambos levantaban de la mano el campeonato de la NWSL.
Final feliz para Western New York Flash en 2016
La temporada empezó con buen pie para Western New York Flash superando por 0-1 a Kansas City aunque en el arranque tampoco vimos nada que pudiera incluir al equipo entre los favoritos al título, es más nunca lo estuvo, simplemente fue el ganador. En sus 10 primeros partidos perdió 4 pero se llevó noches de gloria como un 5-2 ante Sky Blue o un 7-1 ante Boston, la victoria más abultada de la historia del club.
El último tramo de temporada se mantuvo en una línea de regularidad. El equipo consiguió 14 puntos de 30 posibles y llegando a encadenar hasta 5 empates consecutivos. No obstante, las dinámicas en Seattle Reign eran mucho peores y sin imaginarlo Western New York Flash entró en el play-off justo en la última jornada.
La última jornada de aquel curso difícilmente será olvidada por las futbolistas que hicieron realidad semejante épica. Las New Yorkers necesitaban una victoria para entrar por primera vez en el curso en puestos de play-off, no solamente lograron la victoria, sino que lo hicieron con contundencia ante Boston Breakers y por 0-4.
A lo largo de la temporada regular el equipo solamente logró una victoria ante uno de los equipos del TOP 3 de la liga, el tercer clasificado, Chicago Red Stars. Precisamente luego en el play-off todo cambió por completó y derrotó por primera vez en dos años a Portland Thorns y Washington Spirit, los dos líderes de la NWSL.
Las semifinales ante Portland se recuerdan como un encuentro inédito, el partido llegó a la prórroga con 2-2 y aunque New York logró ponerse por encima con ventaja de dos terminó encajando el 3-4 definitivo y sufriendo más de la cuenta.
En la final todo seguiría el mismo transcurso de competitividad absoluta aunque con un tinte de locura final que cerraba la historia de Western New York Flash y a la vez una de las mejores noche que ha vivido el ‘soccer’. Ambos equipos llegaron al 90’ con las tablas en el marcador y ya en el tiempo extra se adelantó Washington Spirit con gol de Crystal Dunn. Cuando todo el mundo estaba preparado para saltar al campo y celebrar el primer título de las capitalinas, apareció Lynn Williams en el 124’ para poner el empate a 2 y llevar el partido a penaltis y ganar la final.
Posiblemente haciendo honor a esa filosofía constante de supervivencia que había en el equipo, en ese momento solamente valían las certezas y nadie se acordaba del ‘hazme reír’ que era Western New York Flash a principio de temporada. Todos veían un soñador que se acababa de hacer enorme ante Estados Unidos tras superar a Washington Spirit por 2-3 desde los once metros.
La realidad dentro del campo se pintaba como maravillosa pero era simplemente una burbuja dentro del caos financiero que vivía el club y que a pesar de cerrar el año como campeonas, terminó con la franquicia lejos de Nueva York, con la fundación de North Carolina Courage, un equipo que en sus primeros años volvió a triunfar con el mismo ADN que su antecesor y que quizás todavía mantiene a día de hoy.