Tal y como ha confirmado la US. Soccer la selección masculina y femenina de Estados contarán con los mismos derechos ¿Qué implica esto?
Muchos hemos oído hablar del CBA (Collective Bargaining Agreement), en resumidas cuentas el acuerdo que lleva a la selección femenina y masculina de Estados Unidos a contar con una igualdad total en absolutamente todas sus acciones pero ¿cuál ha sido el camino hasta llegar aquí? y ¿qué implica este acuerdo? Sacamos la calculadora porque el fútbol, ya sea masculino o femenino no deja de sorprender.
Después de seis años de juicios tras la denuncia de las jugadoras de la selección femenina hacía la federación por no cobrar lo mismo que sus compañeros masculinos y contar con una notable cantidad inferior, el acuerdo ha llegado.
Un acuerdo que ha vivido varios episodios, el último y el más glorioso el pasado mes de febrero cuando la federación compensó a las jugadoras con 24 millones de dólares por no haberles brindado unas recompensas igualitarias durante los últimos años. 22 de esos millones han sido repartidos entre las jugadoras, los 2 millones restantes se han repartido entre jugadoras retiradas que sí tuvieron su protagonismo con el equipo desde 2016, como por ejemplo Hoppe Solo entre otras.
A los ‘yankees’ que en todo les gusta ser primeros y abrir la lata, les tocará lidiar con un tercer puesto en la igualdad de condiciones entre selecciones masculinas y femeninas porque esto es algo que se viene poniendo en práctica desde hace mucho en Suecia y Noruega, también importantes potencias del fútbol femenino. Por otro lado sí que pueden presumir de ser el primer país de la historia que pagará igual a sus equipos masculino y femenino por sus participaciones en Mundiales y méritos dentro de este.
Actualmente la federación de Estados Unidos se encuentra presidida por Cindy Parlow, ex jugadora del combinado nacional y que sufrió en su propia piel las desigualdades dentro del deporte. Estas palabras comentaba la misma Parlow en unas declaraciones concedidas a la CNN minutos más tarde del histórico acuerdo: «Estos acuerdos han cambiado el juego para siempre aquí en los Estados Unidos y tienen el potencial de cambiar el juego en todo el mundo».
¿Cómo se ha llegado hasta este logro?
El inicio de toda esta historia se remonta a 2016 en el Juzgado de Los Ángeles, donde las futbolistas deciden presentar una denuncia contra la federación en aquel momento presidida por Carlos Cordeiro. En la denuncia se incluyen varios puntos pero los principales cargos contra la federación se basaban en que en aquel momento la política de la federación era discriminatoria y no cumplía con las normas de igualdad salarial de derechos civiles.
Dentro de esa demanda que ya ha pasado a la historia del deporte, las jugadoras alegaron y demostraron que los jugadores de la selección masculina recibían una cantidad de entre 5.000 y 23.000 dólares por partido amistoso, dependiendo del ranking FIFA del rival. Una compensación que en el equipo femenino solamente existe cuando se enfrentan a un equipo del Top 10 del propio ranking FIFA. Siguiendo este mismo patrón, el pasado 2021 las jugadoras del equipo femenino solamente cobraron por 4 de sus 15 amistosos disputados y teniendo en cuenta que solamente ven recompensa económica sí el partido acaba en victoria nada de empates ni derrotas para las barras y las estrellas.
En 2017 la media que los hombres cobraban por todos los amistosos del año se encontraba en 263.000 dólares, mientras que las mujeres no aspiraban a más de 99.000 dólares. Dentro de la misma denuncia seguíamos encontrando irregularidades económicas, en 2014, último mundial de la selección masculina, los chicos recibieron 5.000.000 de dólares por entrar en la Copa del Mundo, mientras que por hacer lo propio en 2019 y con mejores resultados deportivos, el equipo femenino vio una prima de 1.725.000 dólares.
La última baza que las jugadoras ponían sobre la mesa pasaba por las condiciones de viajes y uso de instalaciones. El equipo masculino solamente realizó el 2% de sus prácticas en campos artificiales contra un 21% para el equipo femenino en campos artificiales.
“No tuve oportunidad de revisar a conciencia los documentos antes de ser entregados, y tomo completa responsabilidad por no hacerlo”
Carlos Cordeiro, ex presidente US. Soccer, sobre las pruebas que fueron presentadas en la denuncia de la federación durante su mandato.
Por el hecho de entrar en las listas de convocatoria ellos ganaron 55 millones de dólares en 2014 y 68 millones en 2016. Como habitualmente la otra cara de la moneda no indicaba más de 15 millones de dólares para las jugadoras entre 2013 y 2016, recordemos todo esto se desarrolló durante el periodo de Carlos Cordeiro en la presidencia de la federación, al cual los mismos jugadores del equipo masculino reclamaron que sus compañeras pudieran cobrar igual que ellos y contar con los mismos derechos, algo que a Cordeiro pareció no importar mucho.
¿Y cuánto se genera realmente?
Todo debate sobre la comparación entre fútbol masculino y femenino a nivel de generar ingresos y visibilidad se queda corto, parece el discurso de todos los tiempos. No obstante, sí ponemos la lupa en Estados Unidos la visibilidad que reciben las jugadoras en la actualidad y también durante los últimos 30 años se mantiene a un nivel muy cercano o incluso igualitario al de los chicos, seguramente el factor universidades ha jugado un rol muy importante pero eso ya es otro capítulo.
Con hasta cuatro mundiales a la espalda de ocho posibles, la selección femenina estadounidense ha recibido no más de 3 millones de dólares por la consecución del último, aunque en la faceta de ganar mundiales todavía no podemos comparar con el fútbol masculino porque ellos todavía no han logrado pasar de cuartos de final.
Lo que sí sabemos son las ventas de tickets y ‘merchandising’ en los partidos de las selecciones. Entre 2016 y 2018 ellas generaron 50,8 millones de dólares, contra 49,9 del equipo masculino. Con una diferencia de 1,9 millones el dinero seguía siendo en mayor medida para los equipos masculinos aún siendo el único país donde ellas generan más que ellos.
En el año 2019 Estados Unidos presumía de tener la camiseta más vendida de la marca Nike y no era de ningún equipo de NBA y NFL, era de Alex Morgan la estrella del equipo femenino.
Tal y como apunta Wall Street Journal, la final del pasado Mundial de 2019 entre estadounidenses y Países Bajos contó con 14.3 millones de espectadores televisivos, el 22% más que los partidos del equipo masculino en el Mundial de 2014, última participación mundialista de los chicos. Números que fueron mejores con 24 millones de espectadores para la final del Mundial Femenino Canadá 2015, también con las estadounidenses como protagonistas.
Todos los detalles sobre el acuerdo en la US Soccer
Sí hemos llegado hasta estos párrafos es muy probable que todos conozcamos ya de la llegada de la igualdad económica y de servicios entre selección masculina y femenina con un acuerdo que se mantendrá en vigor hasta 2028, a partir de ahí podría abrirse un nuevo capítulo pero por el momento tendremos seis años con el mar de la justicia en el fútbol en calma. La misma federación ha anunciado que tras este acuerdo se buscará fomentar la cohesión entre ambos grupos, algo que no hemos visto hasta la fecha.
Un acuerdo histórico que busca la igualdad en absolutamente todas los aspectos y oportunidades. Que empieza por los aspectos más destacados: Igualdad de cobros por participaciones en todo tipo de competiciones de selección, desde mundiales hasta amistosos pasando por competiciones continentales.
Por cada victoria en partido amistoso ante rivales del TOP 25 en ranking FIFA la cantidad recibida por los jugadores y jugadoras será de 18.000$. 11.000$ por empate y 8.000$ por derrota como ingreso mínimo. Esta cantidad se mantendrá ante México para el equipo maculino y Canadá para el equipo femenino por mucho que terminen cayendo de las 25 mejores selecciones del planeta. Parece que la rivalidad entre los ‘yankees’ y sus vecinos no solamente se juega sobre el verde.
En caso de tratarse de rivales fuera del TOP 25 mundial, los montos serán de: 13.000$ por victoria, 10.000$ por empate y 8.000$ por derrota. Por cada partido que las jugadoras disputen cobrarán un mínimo de 8.000 dólares, algo impensable cuando hace un año solamente cobraban con victorias ante las 10 mejores selecciones del ranking FIFA.
En competiciones de Concacaf y torneos amistosos de selecciones, como por ejemplo la She Believes Cup, la victoria se pagará a 22.000$, el empate a 14.000$ y 10.000$ por derrota.
En lo que hace referencia al último gran grupo de partidos de selecciones fuera de los mundiales, la clasificación para estos mismos. La victoria estará pagada por 24.000$, el empate por 14.000$ y la derrota por 10.000$. A esto se le añade una prima posterior sí se termina logrando la clasificación a la Copa del Mundo.

Otra de las grandes incógnitas, ¿qué porcentaje de dinero verán los futbolistas por las ventas de entradas? Solamente verán dinero cuando la entrada de público supere las 55.000.000 de dólares, de ser así, el 10% irá destinado a los jugadores. Mientras que en casos excepcionales cuando el día de partido se recauden más de 75.0000.000 de dólares el 15% serán reservados para los futbolistas.
Existe la igualdad lejos de lo económico
Siempre tendemos a fijarnos en las diferencias económicas cuando se compara fútbol femenino y masculino. La realidad es que durante muchos años en Estados Unidos y en la actualidad también en la mayoría de países ellas siguen contando con unos servicios mucho menores a los jugadores.
Se terminan cerrando las diferencias en campos de entrenamiento, integrantes del staff, viajes y hoteles donde las condiciones de los jugadores y jugadoras serán exactamente idénticas.
Una frase de Sydney Leroux que pasará a la historia es la que la jugadora de Orlando Pride nos dejaba a modo de protesta por los bajos sueldos de los equipos femeninos y el sacrificio que este trabajo implica.
“Gasto más dinero en niñeras, de lo que gano jugando. No se puede sobrevivir con un salario del club, las jugadoras combinamos diferentes trabajos”.
Sydney Leroux, jugadora de la USWNT y Orlando Pride
Ahora ya no veremos esta situación porque los futbolistas de la selección podrán contar con bajas por maternidad o paternidad. A esto se le añade un servicio de guardería durante los viajes de los futbolistas o estancias con la selección.
¿Cómo se repartirán los beneficios económicos de esas competiciones?
-Mundial 2022 (masculino) y 2023 (femenino): 90% destinado a futbolistas y 10% para la federación.
-Mundial 2026 (masculino) y 2027 (femenino): 80% destinado a futbolistas y 20% para la federación.
-Partidos no mundialistas entre 2022 y 2028: 70% para futbolistas y 30% para federación. Sí un combinado juega más partidos o torneos que el contrario, este verá una recompensa mayor en función de sus partidos disputados.
-Participación en Juegos Olímpicos (sí se clasifica) y Golden Cup: 70% para futbolistas y 30% para la federación.
Unos números infinitamente mejores para los futbolistas sí los comparamos con países europeos. En la Eurocopa masculina cada selección recibía 10 millones por el mero hecho de participar, en el caso de la selección española de Luis Enrique sí terminaban ganadores la prima sería de 400.000 millones de euros por jugador, un total de 11.200.000€ para todo el plantel.
No obstante, el porcentaje de dinero en Europa que perciben las federaciones por participar en la competición sigue siendo en mayor parte para las federaciones, todo lo contrario al acuerdo histórico que estamos viendo en Estados Unidos, un enorme paso al frente de Cindy Parlow, presidenta de la US. Soccer, ante el mundo.
El hecho de que los principales beneficiados de los ingresos sean los jugadores y jugadoras no ha gustado a miembros de las categorías inferiores que cuentan con el miedo de que se deje de invertir en el desarrollo de los jóvenes talentos, no obstante, las arcas de la US. Soccer son tan misteriosas como lo es también el futuro del fútbol estadounidense a partir de 2028.