Kansas es una ciudad que ha vivido dos etapas de fútbol femenino, la última y más reciente, la más amarga
La amargura de este último año en Kansas se tratará de revertir con una revolución que llegará en próximas temporadas y no solamente en lo deportivo. Tras adquirir en 2020 la plaza de la ya extinta franquicia de Utah Royals en la NWSL, el equipo debutó este 2021 en la liga. Un debut bastante decepcionante a nivel deportivo.
El regreso de Kansas a la NWSL no se ha producido al mismo nivel que estuvo la anterior franquicia, la cual vivió una corta pero intensa historia, entre 2012 y 2017. Un club que logró trasladar a la ciudad una ilusión que se ha perdido a día de hoy, una ilusión que se dió en forma de títulos. Empezando por dos campeonatos de NWSL en 2014 y 2015.
Esa ilusión se fue apagando con el tiempo, cuando llegaron las salidas de jugadoras como Sam Mewis o Amy Rodríguez, nombres que habían hecho grande al club y que sin ellos, nada volvió a ser lo mismo. Puesto que en 2016 y 2017 terminaron obteniendo el penúltimo y último puesto en la tabla.
Una vez terminada la ya nombrada primera etapa de Kansas en la NWSL, la liga decide trasladar la franquicia a Utah, dando lugar así al nacimiento de otro club extinto, Utah Royals. La historia de Utah Royals tiene mucho que ver con Kansas y viceversa. Tras dos temporadas con más pena que gloria para las Royals, surgió el efecto chicle porque tras ver que las cosas no funcionaban en Salt Lake se volvió a dar un cambio.
Y sí, un cambio que devolvía la plaza a Kansas y de la mano del que ahora conocemos como Kansas City. El segundo club de fútbol profesional que acogía la ciudad centroamericana. No fue mucho más exitosa que la primera etapa, es más, el desastre ha estado servido desde principio de curso.
Las dudas empezaron a llegar cuando Huw Williams fue nombrado como entrenador del equipo para la recién terminada temporada. Un técnico con apenas experiencia pero que logró mantenerse en el cargo alrededor de media temporada, tras un sinfín de malos resultados terminaría llegando su salida. Una temporada en la que tuvimos que esperar hasta 16 jornadas para ver al equipo alzarse con su primera victoria.
Se realizaron varios fichajes, como el de Adrianna Franch, incluso se incorporaron grandes jugadoras en el Draft Universitario como Victoria Picket. Pero sin duda, una de las principales culpas de las malas dinámicas, pasaba por la salida de Amy Rodríguez a North Carolina Courage, la única que estaba viendo portería con regularidad en el equipo.
A lo largo de la temporada el equipo únicamente ha podido disfrutar de tres victorias. Son en total ocho los empates que el equipo ha sacado este curso. Llegando ha encajar hasta 36 goles en contra aunque, todo sea dicho, lo peor del equipo este curso no ha estado en defensa sino en un ataque que solamente ha visto portería en 15 ocasiones, números muy pobres y más tratándose de una liga como la NWSL. En total son 26 los partidos que ha disputado el equipo, es decir, un promedio de un gol cada 0.5 partidos.
Toca cambiar y mucho
La próxima temporada será posiblemente la que más cambios tenga en la plantilla a nivel deportivo respecto a la anterior. No solamente en Kansas, sino en todos los equipos de la liga en líneas generales, esto se debe a las llegadas de Angel City y San Diego, dos nuevas franquicias que obviamente acudiran al Draft de Expansión y harán que cada equipo pierda al menos cuatro jugadoras, según lo previsto.
Pero los cambios en Kansas no pasan por las salidas sino por fichajes que se han convertido más que urgentes en el equipo. Empezando por una delantera que acompañe a Jessica Silva en ataque y sustituya a Amy Rodríguez aportando los goles que esta aportaba.
El centro del campo es sin duda la parcela que mayor calidad tiene en el equipo, jugadoras jóvenes y otras que ya conocemos y las cuales tienen mucha calidad. Empezando por Chloe Logarzo, la que estaba llamada a liderar el equipo pero a la que le ha terminado saliendo muy cara su lesión.
Las canadienses Jordyn Listro y Desiree Scott, son otros dos nombres de mucho peso acompañados de, Kiara Picket, una de las joyas de la plantilla que tratará de proteger el equipo en la offseason pero por contra, también uno de los nombres que más tientan al resto de equipos de la liga.
Un cambio que va más allá de lo deportivo
A pesar de la gran negatividad de los resultados que el equipo está obteniendo, a nivel de institución, hablamos de un equipo que dentro de unos años quiere verse entre los grandes y para ello está realizando importantes inversiones económicas en mejorar el club y las infraestructuras de este.
Empezando por una nueva ciudad deportiva que está ya en camino y que permitirá un sinfín de comodidades al equipo. Lo mejor de todo es la llegada de un nuevo estadio en 2024, con capacidad para más de cincuenta mil espectadores. Siendo así el feudo más grande de toda la competición, algo que nos dice de lo muy en serio que va el proyecto en la ciudad a pesar de los malos resultados obtenidos este curso.
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