7 de Julio de 2019, Estados Unidos levanta el que es su cuarto mundial femenino de la historia en una edición mundialista que se recuerda y se recordará como un punto de inflexión en la historia del deporte.
La selección de Estados Unidos llegaba al mundial femenino de Francia 2019 como vigente campeona y a su misma vez como clara favorita para levantar el título, en una edición que para muchos significó la del cambio hacia el mejor fútbol femenino y sí, en comparación con anteriores ediciones, el nivel financiero y deportivo fue superior sin lugar a dudas . No obstante, a día de hoy seguimos encontrado un brutal abismo entre el fútbol femenino y el masculino, una desigualdad que ya no se encuentra solamente en Estados Unidos, España, Francia… Sino que lo es en líneas generales, empezando por la misma FIFA, quien teóricamente debería dar ejemplo.
Más allá de las desigualdades y de la progresión de este maravilloso deporte, Estados Unidos mostró un nivel para enmarcar, con detalles de mucha calidad y con jugadoras que, como de costumbre, lograron ‘enganchar’ incluso al que no apoyaba la USWNT, Megan Rapinoe se coronó como mejor jugadora del campeonato a ojos de la FIFA. Un torneo en el que las jugadoras ‘yankis’ fueron las encargadas de eliminar a la selección española y privar así a las de Jorge Vilda del que es para todos los españoles, la gran hazaña de nuestro fútbol. Un mundial, en el que recordemos entró en acción el Video Arbitraje en el ámbito del fútbol femenino.
La pasada edición mundialista sirvió también para poder presenciar el ‘boom’ final de muchas de las jugadoras con mayor potencial futbolístico en la actualidad, no hablamos sólo de protagonistas en la USWNT, sino que hablamos de protagonistas que explotaron en líneas generales, como Oshoala con Nigeria, Alexandra Popp con Alemania, Wendie Renard para Francia o bien Rose Lavelle con Estados Unidos.
El camino de Estados Unidos hasta levantar la Copa Mundial Femenina en Francia:
Estados Unidos llegaba a la fase de grupos del mundial como campeona de la edición anterior por lo que, junto a Holanda, eran dos de las selecciones que se clasificaban directamente para la fase de grupos, las holandesas obtuvieron su billete al levantar la Eurocopa de 2017.
Fase de grupos:
La fase de grupos fue quizás la tónica de una selección que se recuerda y se recordará como excepcional, sí las norteamericanas ya llegaban al mundial con la etiqueta de ‘favoritas’, en la fase previa se confirmaron como la selección con la que nadie se quería ver las caras. En los primeros compases de torneo, las ‘yankis se vieron las caras con; Suecia, Chile y Tailandia. Tres selecciones inferiores a la norteamericana muy claramente, Suecia era quien más sombra les podría haber hecho a las pupilas de Jill Ellis, pero como se esperaba estas se colaron en la fase final sin problemas. No sin antes endosar una goleada que se recuerda como las más abultada en la historia de los mundiales femeninos, tumbando así a Tailandia por trece goles a cero.
Acto seguido, Chile terminó siendo víctima para Estados Unidos y las sudamericanas derrocharon los tres puntos al encajar un doloroso 3-0 que les dejaba fuera del torneo.
Ya en el último duelo de la fase de grupos, Suecia fue sometida al golpe que les dejaba como segundas de grupo al caer por 2-0 ante U.S.A, siendo Lindsey Horan en el arranque de partido y Jonna Andersson en propia puerta las culpables de dicho resultado.
Fase final:
Una vez alcanzadas las eliminatorias, se dio a conocer el rival de las norteamericanas, España, todas unas novatas en esto de disputar mundiales, siendo el duelo ante las estadounidenses el primero que las españolas disputaban en una fase final mundialista, el encuentro terminó por 2-1
aunque con mucha polémica por dos ‘penaltis’ pitados a favor de Estados Unidos, fueron las ‘the bars & stars’ quienes obtuvieron el billete a cuartos de final.

En cuartos nos tocó ver la que para muchos se trataba de una final anticipada, porque la anfitriona recibía a el ‘coco’ del campeonato, Estados Unidos, la eliminatoria terminaría por 1-2 con dos goles de Rapinoe dando aval a las ‘yankis’ para conseguir su pase a semifinales, allí les esperaba una contundente Inglaterra, que se acababa de colar en sus segundas semifinales de la historia y como ya le ocurrió en 2015, cayó y perdió el sueño de jugar algún día la gran final. Un gol de Alex Morgan y otro de Press clasificaban a las norteamericanas para la final, Ellen White dio el único tanto a las de Phil Neville.
Llegábamos a la final, allí les recibía una exaltante selección holandesa liderada por Like Mertens, como de costumbre en este mundial, Estados Unidos trató de marcar el ritmo desde el primer minuto de juego, aunque en esta ocasión le costó algo más de lo habitual inaugurar el marcador, no fue hasta el minuto sesenta cuando Megan Rapinoe estrenaría el electrónico, minutos más tarde, las europeas pusieron las tablas en el marcador, pero en el 75’, Rose Lavelle hacia el definitivo 2-1.

Megan Rapinoe, un símbolo de igualdad:
Hace justamente un año, parte de la población mundial era conocedora de la situación de Megan Rapinoe, quien sembraba una ‘guerra’ con los altos cargos políticos de la casa blanca, entre ellos el presidente Donald Trump, a quien Pinoe tachó de homófobo, machista, racista… no creo que haga falta decir mucho más. La capitana estadounidense quiso dar visibilidad a los problemas y diferencias salariales que viven las jugadoras en comparación con la selección masculina, a pesar de ser ellas quienes más ingresos generan. Junto a otras 27 futbolistas, la jugadora de Seattle encabezó una serie de denuncias en contra de la U.S Soccer (Federación Estadounidense de Fútbol).
“I’m not going to the fucking withe house”
Megan Rapinoe
Como de costumbre tras ganar un acontecimiento de dicha redundancia, la plantilla ganadora debería asistir a la Casa Blanca para celebrar el título junto a las altas personalidades del gobierno, no obstante, Megan Rapinoe se negó a ir a la Casa Blanca, pues su desacuerdo con el actual gobierno estadounidense, le hizo renegar a su presencia ante las altas personalidades.
Jill Ellis, haciendo historia:
Tras coronarse como campeona de la que era su segunda copa del mundo, Jill Ellis, entrenadora de Estados Unidos, decidió abandonar los banquillos del combinado nacional. La que fuera también jugadora de las barras y las estrellas, se conoce como todo un símbolo del fútbol femenino a nivel histórico. Algo que no es de extrañar, pues Ellis es nada más y nada menos que la única persona en ganar dos mundiales femeninos desde el banquillo. Siendo también la única entrenadora que ha logrado dicho mérito en la historia de los mundiales, tanto en disciplina masculina como en femenina, sólo empatada con Vittorio Pozzo, Ellis es la primera persona en levantar un mundial por partida doble en los últimos cien años.
