Se acerca el mundial de 2023 y a día de hoy la FIFA todavía no ha anunciado la sede de este mismo, cada vez son menos los candidatos que optan a acoger el acontecimiento que todos desean.
Paso a paso, el fútbol femenino se está convirtiendo en un deporte de masas. El pasado mundial de Francia fue todo un éxito y sin lugar a dudas el que más repercusión ha tenido a lo largo de la historia. El 2018 se recuerda y se recordará como el año del fútbol femenino pero el de 2023 parece ser el ‘boom’ definitivo, hablamos de una realidad, el próximo campeonato del mundo femenino rozara el caché del masculino. Pero… ¿quién acogerá dicho acontecimiento?
Ayer se produjo un movimiento cuyo efecto será máximo sobre la decisión de la FIFA. Brasil era principal candidata a presenciar la Copa del mundo, pero el país carioka ha optado por retirar su candidatura debido a los limitados recursos económicos con los que cuenta el país.
A principios de temporada eran muchos los países que ofrecían sus servicios para organizar el Mundial, pero a día de hoy solamente quedan tres candidatos; hoy vamos ha analizar a todos ellos y nos vamos a ‘mojar’.
Japón; El país Nipón presenta ya la que no es su primera candidatura pero que en el caso de salirse con la suya sería el primer mundial albergado por los del este de Asia. La última vez que Asia acogió un acontecimiento de tal escala fue el mundial femenino de 2007 que acabó en las manos de Alemania. En lo que a lo deportivo se refiere, la anterior edición fue un total desastre para el combinado japonés y no se me pasa por la cabeza mejor manera de recuperar esa magia que disputando el mundial en casa.
La de Japón es sin lugar a dudas,la mejor apuesta a nivel económico, estamos hablando de toda una potencia mundial y deportiva.
En el aspecto económico, los nipones destacan por encima de los otros dos opositores, Colombia y Australia. No obstante, los antecedentes mundialistas no son tan positivos en Japón, tan sólo es necesario volver la memoria al mundial masculino de 2002 disputado en Corea y Japón, en dicha edición la corrupción deportiva fue protagonista por encima de lo competitivo. Pero hoy: veinte años más tarde tocará prestar atención y ver sí en 2023 no solamente hablamos del país del sol naciente y hablamos también del país que abre la novena edición de mundiales femeninos.
Australia y Nueva Zelanda: Otra potencia del fútbol femenino, un deporte que en Australia está integrado desde hace tiempo y el país ha sacado de sus canteras a algunas de las mejoras jugadoras de la historia como la ‘blue’; Sam Kerr. El país oceánico es todo un ejemplo a seguir en el fútbol femenino. Pero la poca densidad de población con la cuenta hace dudar a la FIFA de cara a su decisión definitiva. Gran parte del territorio Australiano son zonas rurales algo que no acompaña a la política de construir estadios de fútbol ‘sin fin’. Tampoco parece una mala opción que la FIFA diera a Oceanía la oportunidad de acoger su primer mundial de la historia, ya no sólo en el ámbito femenino, sino que también en el masculino.
Y por último; Colombia; para mi es sin lugar a dudas la sede perfecta para la próxima edición y a su misma vez es la edición ideal para desarrollar el fútbol femenino en América Latina. La situación del fútbol femenino Colombiano, Chileno, Argentino… va por detrás de la de Estados Unidos o Europa. Además Sudamérica no ha recibido nunca la oportunidad de acoger un mundial en alguno de sus pasionales países. Hace apenas unos días la candidatura brasileña opositaba por delante de la colombiana, pero parece que ha llegado el momento de que Colombia y Sudamérica hagan historia de la misma mano.
Muy seguramente os estéis preguntando: ¿Porqué he elegido Colombia? pues por tres aspectos principales:
- A pesar de no ser una potencia mundial como Japón, Colombia es quizás el país más estable del panorama latinoamericano, un continente que pide a gritos su primera participación en un acontecimiento de tal escala.
- Colombia es la federación de la Conmebol en el que el deporte femenino está más desarrollado, fruto de ello la consecución de los juegos panamericanos en 2019 entre otros altos méritos y distinciones. Nombres como; Isa Echeverri, Deyna Castellanos o Leicy Santos son estrellas mundiales que se han formado en el fútbol base cafetero.
- Y por último, el que es para mi el aspecto más relevante: La gente de Colombia, los colombianos y su peculiar manera de vivir el fútbol. ¿Qué mejor manera de darle al fútbol femenino latino el último empujoncito que ilusionando a toda su gente con la oportunidad de presenciar lo que para muchos es un sueño y que para los colombianos se podría convertir en una realidad? Una sede que potenciaría el campeonato a gran medida en el escalón social.
Se espera que el próximo mundial sea el salto definitivo, el más exitoso y exigente en líneas generales. Por lo que el país cuya candidatura se termine confirmando, contará con una gran presión y a su misma vez un gran placer.
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